RICARDO M. DE RITUERTO - Bruselas - 01/12/2007
Piensa global, actúa local. La vieja consigna adquiere nueva vida en el mundo amenazado por el cambio climático y ahora cada cual podrá echar su cuarto a espadas para comprobar en cuánto contribuye con su vida cotidiana al calentamiento global, comparar con el vecino e, idealmente, reducir su aportación.
La Comisión Europea presentó ayer un programa para los teléfonos móviles que permitirá calcular al usuario la huella carbónica de su rutina diaria, su contribución personal a las emisiones de los tres principales gases de efecto invernadero: el anhídrido carbónico, el metano y el óxido nitroso. El modo de transporte, el uso de la cocina o qué se come, la iluminación de la casa, las horas pasadas ante la televisión, el tiempo dedicado a escuchar música o el empleo de aparatos electrónicos consumen energía que ahora se podrá traducir en la emisión de gases.
El programa se puede bajar de la web http://mobgas.jrc.ec.europa.eu, que en los próximos días estará en 21 de las lenguas oficiales europeas. "La idea es hacer que la gente sea consciente del impacto que puede tener su conducta personal", dijo ayer la portavoz Antonia Mochan, al dar cuenta de la invención del Centro de Investigación Común. Mochan señaló que en cualquier momento perdido del día se pueden introducir los datos y tener así la estimación de la contribución al cumplimiento, o no, con los objetivos de Kioto.
elpais.com
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